¿Somos adictos a la influencia en las #RRSS?

Hoy se me ha dado por sentarme y escribir sin los grandes guiones e investigaciones que suelo hacer antes de publicar un post. Quizás es una conversación conmigo misma a final de año a pesar de tener otros dos post preparados sobre temática propia de RRHH que compartiré en próximos días.

Hay esa gran exigencia que tenemos que ser alguien, queridos. Nos encontramos en un momento vital en que para atesorar victorias tienes la obligación de ser notable, renombrado y acaudalado. Es algo que no voy a negar siempre he pensado pero hoy me doy cuenta que es una visión que es errónea y es una cuestión con la que batallo.

La influencia no tiene que ser una vereda hacia la felicidad. La victoria en un mundo Instagram, Twitter o Facebook no anulan nuestros retos, defectos o dilemas. Sencillamente los tapa y los excluye de la mirada del auditorio.

¿Qué representa verdaderamente la tan nombrada «influencia»?

Hace años cree este espacio porque me decían que debía tener visibilidad a través de un blog y de un gran estrado como son las Redes Sociales. Me ha dado la gran causalidad de conocer a personas geniales y encantadoras. Puedo trabajar con clientes maravillosos, mantener grandes conversaciones  y quiero creer que mi forma de escribir y contar cosas puede ayudar a otras personas. Pero últimamente me pregunto mucho cuanto he trastocado o intervenido provechosamente en otras personas  a través de mi trabajo y divulgación.

Esta es una de las conversaciones que tengo muy a menudo con las personas que me impulsaron a abrir este espacio hace ya cinco años reflexiono y les digo que hay personas que empezaron al mismo tiempo que yo en este mundillo. Hemos recorrido juntos veredas separadas pero semejantes. Han pasado casi nueve años y me pregunto si verdaderamente hemos innovado en algo.

Parte de mí me dice que no, que quizás hemos  buscado  prestigio. Quizás fue una distracción. A quién no le gusta ser apreciado.  No es alucinante para muchos ser identificado desde que entramos en un sitio. Porque ¿Queremos ser J.K Rowling?

• Únicamente hay una J.K Rowling 

Me he dado cuenta que sin querer estamos sumergidos en una dependencia y no soy yo únicamente aunque sea yo quién éste dando voz a esta reflexión y descubrimos una autoestima que quizás no teníamos o habíamos olvidado en ser identificada en una conferencia o evento. Hemos estado edificando algo que no es expugnable. Te matas día a día por compartir numerosas actualizaciones, un trabajo continuo que requiere un esfuerzo incansable, nutriéndolo perseverantemente pero no va sólo con esa nutrición sino que tienes que figurar y distinguirte del resto.

Los grandes tweets, esas explicaciones dónde parezca que has logrado ese gran triunfo y que estás urdiendo algo en tu vida. Me desconcierta el revisar mi Facebook, Twitter y demás redes cada día. Me he dado cuenta que sin querer y sin pararme a pensar estos años he buscado y seguro que tú también querido lector porque aunque estas son mis reflexiones tú lo pensarás la aprobación de los demás y el prestigio.  La satisfacción quizás obedecía a lo que ellos esperaban de mí así como los triunfos.

Supongo que en este gran intercambio de las redes sociales lo que marcha es esto. Para fascinar o que las personas te presten atención debes estar siempre en modo on. Tu victoria viene cuando el resto de personas te ven de cierta manera bajo su propia percepción o sus expectativas creadas por su personalidad. En todo momento te tienes que mostrar gracioso, cautivador , compartir y participar para ser adorado, admirado etc

Hay cosas que pese a quién le pese no quiero hacer. Creo que mi trabajo y el blog se sostienen por su valía y por su trabajo semanal. Hace tiempo que me he convencido que no necesito demostrar aquí nada a nadie para que se me identifique o se me haga un reconocimiento. Realizar eso sería chocar contra mi propia personalidad y contra mi misma ni tampoco es el cometido que he buscado en este mundillo de mi blog ni de las Redes Sociales sino compartir mi pasión por la gestión de personas, intentar aprender más y más de todo aquello que me apasiona.

Pero esto que comparto creo que no es algo sólo mío sino que seguro que muchos compartís. Estás «rivalizando» en una pequeña charca contra otros por captar el interés de una audiencia. También son incondicionales y necesitan que les estimen lo que poseen ellos.

Pero hay un lado feo en todo esto. Ese influjo observado se transforma en una meta intuida. Hay comentarios dañinos y te preguntas porque empezaste todo esto.

• El lado feo de todo esto 

Vives en un constante miedo a fallar o a equivocarte porque tienes que estar continuamente en progreso, en contenidos, en sacar la mejor sección posible etc

El estar expuesto en un blog o en las redes sociales no significa que no tengas un  lado humano y muestres debilidades que te hacen mostrar tu peor cara. Pero esto estoy comprobando que no es algo único de las redes sociales  sino incluso sucede en ámbitos personales y profesionales hay que ser apreciado, dedicamos muchos miden sus victorias por esto.

Es algo que está retumbando mucho en mi cabeza en los últimos meses. En este momento de mi vida quiero encontrar la felicidad, estar orgullosa de la persona que soy y sobre todo rodearme en cualquier espacio de personas que me importan en mi vida.

He pensado mucho en esa herencia que dejó y en cómo dar amistad, soporte a lo largo y ancho. No le hecho la culpa a los blogs, a la tecnología, al móvil sinceramente pienso que es una falta de responsabilidad con nuestros sueños, deseos y obligaciones lo que hace que esté ocurriendo todo esto.

Todos en esta vida tenemos imperfecciones, nos equivocamos  lo importante es que caminemos, cambiemos y sobre todo pensemos que detrás de cada persona hay una historia que todavía no conocemos y que debemos comprender.