Nuevo trabajo: Transformación cultural a través de la práctica

La palabra «nuevo trabajo» está en los labios de todas las personas últimamente y en gran número de publicaciones, a veces pienso que utilizado con demasiada asiduidad.Para los que desconozcáis su significado es el término que define la nueva forma de trabajar : encaminado hacia las personas, exigencias decididas por uno mismo y que puedes ver con tus propios ojos.

Si reflexiono sobre el significado que conlleva este término para mí podría decir que lo entiendo como un nexo de unión entre rentabilidad sustancial y una guía hacia el beneficiario por un lado y posibilitando que la persona se muestre en el ambiente de trabajo como un individuo con toda su esencia – una unión entre esa supuesta contradicción que pudiese existir entre la persona y la eficiencia en la organización. Desarrollado por preferencias exteriores como la digitalización o la transformación de los valores, tenemos que instaurar un método de toma de decisiones que debe realizarse de forma más vertiginosa y con formas que reflejan una eficiencia mayor en el desenvolvimiento del trabajo en el contexto organizacional. Es vital en contraposición concebir limitaciones en los escenarios en los que las personas puedan dar rienda suelta a todo ese potencial y debe haber un cambo de mentalidad para que todo esto pueda llevarse a cabo.

El valor en el que el trabajo está dirigido hacia las exigencias humanas lo que está conllevando es que se genere un pensamiento distinto, quizás sea una opinión mía pero creo que esto podría conducir a una segmentación en la sociedad. El concepto de nuevo trabajo genere una nueva manera de cooperación entre las personas, esto ayuda a que se eleve todo aquel potencial que puedan desarrollar a nivel individual y organizacional. Esto produce también un efecto que quizás no tengamos asimilado y es que el trabajo que desarrollemos será por proyectos, que nuestras relacionales laborales serán diferentes, que la temporalidad aumentará.  No encaja demasiado con el concepto que habíamos establecido hasta ahora.

Bajo mi prisma quizás existe una visión errónea en ciertas organizaciones de que este concepto de «nuevo trabajo» sólo puede aplicarse a organizaciones con un alto nivel de conocimiento cuando ya se está aplicando en otro tipo de organizaciones dedicadas a la venta de servicios y industriales.

Leo numerosos artículos donde se habla del nuevo diseño de oficinas como éste de El país, un nuevo liderazgo pero pienso que las magnitudes que serán la influencia vital  en esta nueva manera de trabajar tiene que venir reflejada a través de un cambio cultural y plasmado en: un método rápido de toma de decisiones que sea capaces de contestar a esos ambientes cambiantes que mencionaba anteriormente, un tratamiento distinto del liderazgo y de la buena administración que apoye un liderazgo repartido con un aumento de posesión del compromiso, en cuanto al diseño espacial debería ser un espacio dónde se fomente la comunicación de manera vertical y primando el canje de saber con reflexiones dónde intervengan varias disciplinas. Pero, no podemos, olvidar instrumentos digitales que nos faculten para llevar a cabo una comunicación eficiente con autonomía de tiempo y situación geográfica.

Quizás la primera huella que podamos realizar es el croquis de un mecanismo para el cambio cultural.

Desacertadamente, a pesar de la inmersión de las nuevas tecnologías o procedimientos, el cambio cultural no se mantiene durante mucho tiempo sino cuando los empleados sino únicamente cuando los empleados viven una nueva experiencia. Quizás este primer paso para el cambio cultural sea un espacio dónde se pueda estimular en el trabajador la creatividad y no se le mida por un esteoritipado normal o bien que se le permita a él mismo diseñar ese nuevo rincón de su organización. En contraposición, todo lo enumerado hasta ahora considero que debe ser ejecutado de forma global. No podemos olvidar que debemos preguntarnos ¿Qué pretendemos conseguir con este cambio?

Al final pienso que esta forma de trabajar lo que está consiguiendo es que toda la humanidad tenga una nueva visión de la forma en que realizamos nuestro trabajo. Lo que más me gusta de este nuevo término es que son las propias personas quiénes son conscientes de su propio potencial y que ayudarán a crear la organización en la que quieren trabajar. Habrá organizaciones que se queden atrás si no trabajan en esta forma de ver a las personas como si fuesen empresarios o que estén por la labor de introducir el concepto de trabajo «agil».

Este nuevo concepto también muestra la manera en que las organizaciones y personas aprenderán porque ya no será por las actuaciones sino por el propio crecimiento. En lugar de estar regando las plantas lo que estaremos consiguiendo es que cada persona aprenda aquello que realmente quiera aprender y según sus propias peticiones.

Sin duda creo que son las propias personas quiénes saben aquel conocimiento que es necesario para su carrera profesional y lo que les ayudará a trabajar mejor. Ese saber de aquello que no sé y quién podría dominarlo, es vital en estos tiempos de tanta complicación. El trabajo en red será primordial.

Ahora disponemos de gran cantidad de canales para acceder al saber de forma gratuita. Hay una gran diferencia entre aquellos que aportan saber y en los que se puede intercambiar sólo hace falta hacer una criba selectiva tanto en el mundo digital como presencial.

PD. Te recuerdo querido lector que hemos puesto en marcha un nuevo proyecto llamado movingHR 

Te espero también por allí. Hasta próximas entradas y si quieres dejáme que te ha parecido la entrada de mi blog y todo aquello que quieras opinar sobre la misma.

 

2 comentarios en “Nuevo trabajo: Transformación cultural a través de la práctica

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