Desde hace algún tiempo y debido a la crisis , los desempleados han comenzado a hacerse una pregunta insistentemente . ¿ Por qué a mi ?
No me lo merezco . Es injusto . ¿ Por qué a mi y no a otros si han hecho méritos para que le ocurra ?
Podemos regodearnos en las preguntas insistentemente pero sería estar escarbando en el dolor emocional .
¿ Calma tanta pregunta nuestra alma ? ¿ Nos devuelve la paz pérdida ?
No nos ayudan una vez obtendidas respuestas lo que logramos es un efecto analgésico que calma nuestro dolor en un momento .
Ningún porqué calmará la situación vivida ni nos permitirá reescribir nuestra historia es inútil rompernos la cabeza viendo como se podría podido evitar .
No créeis que todas estas preguntas crean desasosiego , impotencia y resentimiento .
Todo ello está fuera de nuestro control generamos una sensación de resentimiento .
Cuando preguntas de quién esperas respuesta . Quizás del destino , de la vida .
Hemos desarrollado el rol de quienes preguntan no de quienes somos los interrogados .
¿ No debemos preguntar a la vida ? A través de decisiones , del modo que hacemos nuestras acciones y de las elecciones siendo nuestra la responsabilidad .
Observamos que tienen un para qué que es lo que guía nuestra vida .
Si en vez de un¿ por qué ? es un ¿ para qué ? dejamos de mirar atrás y abrimos nuestro camino hacia lo que viene . Aquello que nos ocurre tiene una razón que nosotros debemos descubrir.
Debemos conectarnos con nuestros valores , con nuestros própositos y dar prioridades dentro de nuestra vida .
El sentido suele manifestarse en el dolor . Me he quedado sin empleo porque en lugar de lamentarnos preguntandonos ¿ por qué ? No pensamos estaba haciendo realmente lo que quería , tengo una vocación postergada y estoy apegandome a una seguridad . No será hora de hacer lo que realmente quiero hacer .
El apego nos lleva a veces a no explorar nuevos caminos y poner en práctica nuestras potencialidades .